Cuatro mil quinientos millones de años transcurridos, y los que le quedan todavía a la Tierra. A nuestro planeta, al mundo del que hemos tomado el control sin tener ni idea. Un mundo que tarde o temprano llegará a su fin. La pregunta del millón... ¿qué pasará después, cuando todo termine, cuando nuestro planeta llegue a su fin? ¿Qué nos pasará? ¿Desapareceremos así, sin más, como aparecimos? ¿No quedará rastro de nuestra desastrosa presencia? ¿Quedará algo o alguien que note nuestra ausencia? ¿Acaso sobreviviremos? Y podría añadir miles de preguntas más que se me pasan frecuentemente por la cabeza. ¿Por qué existimos? ¿Para qué? Para auto-destruirnos desde luego no creo que estemos aquí presentes. Y es lo que hacemos, pero bueno. Así demostramos nuestra supuesta inteligencia avanzada. Genial.
Pero la cosa es... si todo lo que tiene un principio, también tiene su final, la Tierra también lo tendrá. Y entonces... ¿para qué todos estos miles de millones de años? ¿Por qué? Si algún día no seremos más que un vago recuerdo para los que ahora nos observan desde otras galaxias. Ni eso, no somos nada si nos paramos a pensar en todo lo que hay más allá. Y si añadimos las cosas de las cuales no tenemos información, ni idea de que existen, no llegamos ni a ser el primer grano de arena de todo un desierto. Algún día llegará un fin que no presenciaremos. Al menos nosotros. Pero sí los que vivan en un futuro en nuestro planeta, planeta que destruimos a pesar de saber que por si sola ya llegará a su fin. Lo único que estamos haciendo es acelerar el proceso. Pero... ¿acaso importa? Es decir, ¿para qué queremos vivir más años que los que la Tierra esté dispuesta a vivir?
Y por último... la humanidad. ¿Qué pasa con la humanidad? Existen Leyes creadas como soluciones, y lo único que hacen es crear más problemas. ¿Qué... qué es esto? Tenemos a la gente considerada importante en un altar, gente que ha hecho de todo y ha ganado sus respectivos premios, y la gente que vive muerta a sus pies. La gente que ha tenido una oportunidad en la vida y la ha sabido aprovechar, y gente que triunfaría si pudiera. Pero no puede. ¿Por qué? Porque nuestras "maravillosas" Leyes lo prohíben, aunque lo hagan indirectamente. Y hasta aquí la humanidad, no me gusta hablar de la gente. Y menos si cada vez hay menos personas. Repito, personas. No os confundáis.
Resumiendo, vivimos en un mundo que comenzó y acabará, como nosotros, como todo, como este texto. Y ya está.
A.F.
Me gustan tus reflexiones, pero no llegas a ninguna conclusion que sirva
ResponderEliminarGracias por el comentario.
Eliminar¿No has pensado que quizás no llego a conclusiones que sirvan, para que la gente siga intentando buscarlas? Realmente no escribo para dar soluciones, o llegar a distintas conclusiones, escribo para hacer a la gente reflexionar. Y me suelen comentar que lo consigo, así que intenta escuchar lo que dicen mis textos.
Un saludo.